La gota
Una gota cayó en la mesa y se movió lentamente recorriendo la pendiente de ésta, pero no era un movimiento recto sino serpenteante y vacilante a tramos. Había momentos een que parecía que por fin se detendría pero continuaba en su camino hacia el frío suelo.
Cuando llegó al borde de la mesa dudó si dar el salto o no. Se quedó vacilante en el filo desafiando a la gravedad, pero tras unos intentos segundos de espectación por mi parte, al fin la gota voló y se precipitó en el suelo.
Se unió a sus compañeros y se quedó esperando a las demás.
Hoy es 9 de mayo y a las 7:20 de la mañana había 28 grados. Como sigamos así me veo convirtiendome en gota para buscar yo también el frio suelo para tener algun momento de alivio.
Ya se que esto apenas es una historia A. pero necesitaba refrescarme por lo menos la mente escribiendo algo.
(Porcentaje de verdad: 60 %)