Pensar y hablar
Hoy he tenido una discusión con una amiga de la facultad. Mas que una discusión ha sido un pronto, de estos que a las tías les dan tanto. Estaba comentándole a un amigo que la ropa que llevaba ella resultaba rara, para daros una idea, una falda burdeos, con zapatillas de futbito. El resto de la ropa era indiferente, a mi me chocaba esto. Bueno, pues resulta que la niña me escucha y empieza a recriminarme que porque voy criticándola:
- Oye, ¿que pasa con mi ropa? No te gusta pues te aguantas y no vayas criticando ni metiendote conmigo ¿vale?
- Mira, estaba hablando con ''amigo'' sobre lo raro que queda la falda con las zapatillas, pero ahora te lo iba a decir pero estabas hablando y no quería interrumpir.
Bueno, pues ella sigue alterada y de buenas a primeras me llama subnormal. Eso no me hizo ni puta gracia así que le di un coscorrón y ella me lo devolvió. Después de eso una amiga se puso en medio y ya lo dejamos estar.
La cosa que no entiendo, y lo he discutido después con algunos, es por qué la gente prefiere que le digas mentiras antes que tu opinión de verdad. Se supone que por 'respeto' tengo que decir:- Oye, que chula queda la falda.
Yo no soy capaz. Si algo no me gusta lo digo y listo, claro está si se trata de un amigo, o más bien conocido, si no lo conozco me callo. Pero eso no creo que sea malo, aunque la gente prefiere que le cuentes una mentira antes que le puedas hacer daño diciendole algo.
Comentando todo esto me ha dicho la amiga que se ha puesto por medio una conclusión creo que bastante válida:- Es que tú no tienes remordimientos.
Resulta que lo pienso y creo que tiene razón, no se por qué me tengo que arrepentir por decir algo que pienso, si no le gusta a alguién pues ... que quieres que te diga... ajo y agua, es mi opinión.
Y sinceramente si alguna vez tuviera esos remordimientos creo que sería de callarme algo que pienso. La vida seria más sincera desde mi punto de vista ¿no? Bueno, si no pensais lo mismo:
- Ajo y agua.
(Porcentaje de verdad: 100%)

1 Comments:
Tío, estoy de acuerdo con tu postura al cien por cien. Sin embargo, debo decir que resulta de lo más improductiva. Yo llevo ocho meses mintiendo como un condenado y me va la mar de bien. No sé quien dijo:
"Las mujeres buscan sinceridad: Aprende a fingirla".
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